Escribir, como el desarrollo de software, es un proceso creativo-tal vez por eso me siento atraído por ambos. Como todos los esfuerzos creativos, la escritura no puede ser apresurada. La creatividad fluirá cuando tu mente esté en el bien descansado e inspirado. Todo lo demás simplemente resultará en la mediocridad y la frustración. ¿Qué voy a hacer? El temible bloque del escritor. Aquellos que no están familiarizados con él pueden no reconocerlo de inmediato por lo que es, pero es quemar. Algo con lo que muchos tipos creativos pueden relacionarse. Escribir mi propio libro ha sido un proceso asombroso. He aprendido mucho, y extrañamente sobre cosas que nunca quise aprender, e incluso he ganado suficiente dinero para comprar un par de zapatos-lo bueno es que no estaba planeando ser rico haciendo esto. Pero, algo extraño sucedió cuando terminé la primera parte (de cuatro) de mi libro. Perdí mi impulso. No es que no quiera escribir más. En cambio, es que yo quería escribir, pero la parte II de mi libro requería que regresare al tablero de dibujo en algunos conceptos. Esto significaba empezar de un punto de vista conceptual. Esto también significaba perder ese ritmo constante de impulso que me había mantenido en marcha para los primeros cuatro capítulos. Al principio, intenté forzarme a través de él, pero eso no funcionó. Ninguna de las ideas se sentía bien. Necesitaba un nuevo ejemplo para ayudar a ilustrar los conceptos, y todo lo que pensé de sentía forzada o demasiado similar a mi trabajo de día para que me sienta cómodo. Con cada día que pasaba, mi frustración en el proyecto aumentó. A veces sentí que ni siquiera quería terminar el libro, pero la idea de un libro de cuarto de final se comió a mí también. Condenado si traté de terminarlo, y condenado si lo dejé para languidecen. Estoy escribiendo esto ahora habiendo convertido una esquina en mi escritura.